Italia y su sanidad

No es nada nuevo que alguien te diga que la sanidad italiana da es una catástrofe, son temas que tiendes a pasar por alto o a retener como simple información general sobre el mundo que nos rodea. El problema viene cuando por algún motivo te sientes obligado a usarla.

En el mes de Noviembre me rompí un dedo, y como es normar acudí al hospital, en principio parece moderno, cuatro grandes edificios y uno central que los conecta. Las urgencias como en casi cualquier hospital público español, –Si “solo” te has roto un dedo puedes esperar cinco horitas. ¿Calmantes? ¿Qué es eso?, si te rompes algo te hacen una radiografía para decirte –Vaya, pues parece que está roto –Te vendan y te vas a casita.

Esto fue agua pasada ya, pero como la assicurazione del lugar donde me lo rompí “quiere” pagarme, pues me piden un “documento di guarizione”, vamos, un certificado de cura, y me mandan al hospital.

La sala de espera de traumatología es el pasillo, donde pasan todos los enfermos que parecen que estén en fase terminal, familiares llorando etc. (todo muy surrealista). Y para más inri el pasillo es tan estrecho que una de las camillas piso el pie roto de uno de los pacientes de traumatología.

Ya en consulta hablo con el médico y le pido explícitamente lo que quiero pero al escribir, escribe que estoy clínicamente mejorado, sin intención de hacerme una radio ni nada parecido y me manda a casa. (Muy profesional)

Como es obvio la aseguradora no me lo admite y me echa la culpa a mí, como si yo tuviese ganas de molestarme en ir al hospital.

Las radiografías solo las hacen tres días a la semana y solo por la mañana, por lo que tengo que volver a la mañana siguiente. La sala de rayos tiene diseño de la II Guerra Mundial, y el equipo no es mucho más moderno.

La cara que puso el médico al comparar las radiografías entre la que llevaba desde España hecha con una máquina de rayos digital y la suya esculpida sobre mármol de carrara no tenia precio.

A todo esto aun tengo que esperar 20 días más a que me den el alta.