En mi opinión pienso que una buena planta herbacea cuyo fruto sea comestible (tomates, pimientos, berenjenas, pepinos…), ha de ser tratada con podas severas para mantener un buen vigor en la parte alta de planta, así como favorecer la entrada de luz en el interior de la planta y evitando a toda costa la “boscosidad” en su interior, la cual es una fantástica guarida para pequeños insectos y ácaros que podrían dañar la planta.
La poda se realizará de abajo hacia arriba eliminando el primer tercio de hojas y ramas secundarias del tronco principal, dejándolo este limpio, los cortes dejarán un tocón de 0,5-1 cm cortándose también los chupones de los brotes axiales (los que salen entre el tronco principal y la hoja), pero para esto mi truco es dejar los mas cercanos al brote apical por si el tronco principal pierde vigor por enfermedades o ácaros o porque al entutorar se rompe. Además si, como puede ocurrir (en berenjenas y tomates), las hojas son muy grandes y tocan el suelo se les puede cortar un tercio “poda española” y, si es mas lo que se les debe cortar para que dejen de tocar el suelo se evaluará si interesa cortarla o no (si es una hoja muy vigorosa, una de las más grandes, o hay pocas hojas, entonces esperaremos, de lo contrario la eliminaremos también) eliminar las hojas que tocan suelo nos sirve para que la planta no desvíe alimento hacia las quemaduras que, por contacto con el plástico se produce en el envés de la hoja, o para que algunas plagas como los caracoles no aprovechen esta “pasarela” hacia las demás hojas.
Se eliminan la hojas bajas porque son hojas senescente que actuan de sumidero, y como es evidente, los únicos sumideros de energía que queremos son los frutos, como es lógico.
Algunos vecinos se han ido riendo de mi forma de “maltratar” las plantas, pero hoy es el día que ya estoy cosechando pepinos y calabazas, además en pocos días cosecharé ya pimientos, y tomates en pocas semanas, y es mas, poca gente de los alrededores de la finca ha conseguido hacer buenas berenjenas, y todas tardías, mientras que yo, recién entrado junio y con escaso mes y medio de vida ya tengo pequeñas berenjenas.
Creo que lo único que comerán serán sus propias palabras. Espero NO equivocarme xD.
El licopeno, el pigmento carotinoide que distingue el tomate maduro por su color rojo, ya está empezando a ganar paso frente a la clorofila, causante del color verde de un tomate inmaduro, por lo que supongo que en tres o cuatro días como máximo, el primer tomate ya pasara a formar parte de las ensaladas y los gazpachos. 
