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Después de haber ido creciendo de una manera inusitada, la altura que han tomado las plantas de tomate se sale de lo normal (2.5mts) por tanto tenía dos opciones: en primer lugar cortar el ojo (vértice apical) con lo cual se hubiera abierto mucho y hubiera favorecido el brote de nuevos ojos, lo que no siempre es probable que ocurra, y si lo es, es muy probable que se convierta en una maraña de hojas que daría pena; por otra parte tengo opción de “tumbar” la planta y dejar que siga creciendo por otra parte.

Como algunos ya sabréis elegí la segunda opción tumbando los troncos de la planta y atándolos a la primera o segunda caña, pero como todo principiante soy pecador en el arte y sé que de otra manera mucho más sencilla lo hubiera conseguido, ya que me tire cerca de una hora con una docena de plantas para que saliese medianamente bien. Aún así estoy bastante contento del resultado.